Otra de las actividades que se pueden encontrar en Turquía, y que más atrae a los turistas es el baño turco o hammam.
Se trata de una costumbre ancestral que proviene de las culturas de Oriente Medio y que a su vez lo hace de la romana, y que consiste en baños de vapor en los que la persona se relaja y se limpia.
El proceso del baño turco consiste en un baño de calor realizado a través de vapor de agua. El calor es inferior al de la sauna, pero no así su humedad, que es del 99%. El baño de calor se intercala con baños en agua fría. La persona también recibe un lavado completo de cuerpo y un masaje.
Entre los beneficios del baño turco se encuentra la eliminación de toxinas; limpieza de la piel; es bueno para los pulmones y sobretodo para enfermedades respiratorios, pues produce un efecto expectorante; y es anti-estresante.
Si busca relajarse después del ajetreo de la ciudad, si necesita descansar, o si, simplemente, desea probar algo diferente, nada mejor que acudir a uno de los numerosos baños turcos que se encuentran por toda Estambul. La experiencia no le defraudará.
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