El regateo es, sin duda, un arte que hay que conocer si no se quiere pagar un precio desorbitado por los objetos que adquiera en Estambul. Esto es así sobre todo en el Gran Bazar, donde regatear es indispensable.
Si está de compras por el Gran Bazar puede estar seguro de que el precio que le ofrecen por lo que desee comprar no es justo, es más, pagarlo sería una locura. Los vendedores pueden llegar a pedir hasta 3 y 4 veces el precio de venta real del objeto.
Cuando se regatea en Estambul hay que tener en cuenta que el vendedor es el primero que desea que entremos en su juego: no hay que tener miedo a regatear, al contrario, hay que hacerlo con decisión.
Es imprescindible que una vez haya dicho un precio que considere justo, se muestre inamovible en su propuesta. No debe tener dudas. El vendedor debe entender que usted solo está dispuesto a pagar el precio que ha ofrecido.
El vendedor aplica precios más elevados a las personas que considera que tienen mayores recursos económicos, es por ello que le preguntará por su país de origen, su profesión… No dude en mentir si desea comprar barato. Es recomendable, incuso no acudir al gran bazar vestido con ropa de marcas caras pues el vendedor entenderá que usted está dispuesto a gastar.
Por último, siempre conviene visitar varias tiendas donde comparar los precios. Aunque se encuentre en la tienda en la que ha decidido realizar la compra, es recomendable hacerle entender al vendedor que no está interesado, y hacer el ademán de marcharse, el vendedor, que no quiere perder al cliente, siempre ofrece un último precio para retenerle.
Ármese de paciencia, sea cordial pero agresivo en la negociación, y tenga siempre clara el precio que desea pagar por un producto. De esta forma conseguirá no pagar más de la cuenta.