Si bien cuando se piensa en Estambul, al turista le vienen a la mente las imágenes de las grandes mezquitas de Sultanahmet, los sonidos del imán llamando al rezo, la multitud acudiendo a las mezquitas, o el caótico Gran Bazar, Estambul tiene una parte que contrasta con todo eso. Estambul no es solo fe, tradición e historia, es, también, modernidad y vanguardia.
Sultanahmet sigue siendo el mayor punto de atracción turística de Estambul, y no le faltan razones, solo por visitar sus impresionantes mezquitas, el viaje a Estambul ya merece la pena. Pero, si se quiere conocer una parte totalmente distinta de la ciudad, tan sólo hay que cruzar el Puente de Gálata y encaminarse hacia el distrito de Beyoğlu.
Beyoğlu es el barrio más cosmopolita de toda la ciudad. En él se encuentra la avenida Istiklal, auténtico centro neurálgico de Estambul y el punto con más vida de toda la ciudad. Cerca de la Plaza de Taksim encontramos el barrio de Cihangir –conocido por ser el más bohemio de Estambul- donde los artistas gustan de reunirse para tomar algo y charlar en las numerosas terrazas que se encuentran por todo el barrio.
El Istanbul Modern es el museo de arte moderno y se encuentra en el barrio en Tophane, entre el Puente de Gálata y la parada del tranvía de Kabataş. En el museo, inaugurado en 2004, se exponen, sobre todo, las obras de artísticas turcos, pero además acoge numerosas exposiciones temporales.
La modernidad de Estambul no termina en Beyoğlu; barrios como Nisantaşı y la avenida Bağdat sorprenderán al turista por el estilo europeo de sus edificios, sus calles llenas de tiendas de marcas internacionales y por su tranquilidad.
El barrio de Levent, en la parte europea, cuenta con un impresionante “skyline” lleno de grandes rascacielos y es una de las zonas donde más se está construyendo en los últimos años. Se trata de la nueva zona financiera de la ciudad y en ella destaca el edificio Sapphire que tiene 260 metros de altura y es uno de los más altos de Europa. Además, en la zona de Maslak, otro de los distritos financieros de la ciudad y en el que se vive un gran auge inmobiliario, se está construyendo el rascacielos Diamond of Istanbul, cuyas obras se cree que terminarán en el año 2015 y cuya altura será de 270 metros, superando los 260 de Sapphire.