El sultán Mehmet II Fatih (1432 – 1481) fue uno de los sultanes más importantes en la historia del Imperio Otomano. Su reinado duró desde 1451 hasta 1481. Bajó su mandato se realizó la ansiada conquista de Constantinopla, hecho por el que es recordado.
Mehmet fue el hijo del sultán Murat II, y de una esclava, de la que poco se sabe, de nombre Huma. El primogénito e hijo favorito de Murat II era Aleedin-Alí, pero el asesinato de éste, así como la muerte de su hermano Ahmet, hizo que Mehmet se convirtiera en sucesor al trono y que Murat II, que hasta entonces no le había prestado demasiada atención, le llamará para que estuviera a su lado y recibiera una educación adecuada.
El sultán Murat II dejó su trono a su hijo en el año 1444, tras la batalla de Varna, contra las fuerzas cruzadas. A su regreso tras la batalla a la ciudad de Edirne, Murat, que contaba con 40 años de edad, abdicó en favor de su hijo, de tan sólo 13 años.
Al poco de llegar al poder, Mehmet II decidió atacar Constantinopla, lo que supuso un error estratégico, y así se lo hizo ver Halil Pasha, que pidió a Murat II que regresara al poder ya que no creía capacitado a Mehmet II debido a su corta edad. Hay que destacara que Mehmet II era un joven de un carácter rebelde, desconfiado y no era dado a escuchar consejos. Este difícil y duro carácter se había forjado durante su infancia, en la que tuvo que sobrevivir en medio de las intrigas de la familia del sultán y alejado de la figura paterna.
Finalmente, tras la muerte de Murat II en 1451, Mehmet II se hizo con el poder de manera definitiva. Durante los años en los que su padre había ocupado de nuevo el trono, el joven heredero se había casado con la princesa Sitti Hatun, y había tenido su primer hijo, el futuro sultán Beyazit I.
Una vez en el poder, Mehmet II retomó su plan para conquistar Constantinopla. Esta vez mandó construir una fortaleza junto al Bósforo, Rumeli Hisari. Su función sería la de impedir el suministro de la ciudad. El 7 de abril de 1453 comenzó el sitio a la ciudad y terminó el 29 de mayo de 1453, fecha en la que las tropas otomanas entraron triunfalmente en Constantinopla.
Desde ese momento, Mehmet II comenzó a ser llamado Mehmet II Fatih, que en turco significa “el Conquistador”. Tras la conquista de la ciudad, Mehmet II visitó la iglesia de Santa Sofía y ordenó que fuera convertida de inmediato en mezquita, además, mandó reconstruir las murallas de la ciudad.
Después de haber conquistado Constantinopla, Mehmet II decidió seguir con la expansión del imperio por Asia Menor y los Balcanes, lo que le llevó a realizar más de 25 campañas militares, en las que casi siempre salió victorioso. Tras conquistar numerosos reinos en los Balcanes como Grecia, Serbia o Bosnia, su última campaña fue la de Rodas, en 1480, en la que fue derrotado. Un año después, en 1481, Mehmet II moría, supuestamente envenenado por su médico de cabecera, a la edad de 49 años.